Nos conocimos en una cafetería un día lluvioso. Yo solo quería un momento de calma, y él se acercó con una excusa tan simple como preguntar por el Wi-Fi. No sabíamos que esa pequeña conversación nos iba a cambiar la vida. Desde entonces, entre libros, cafés y muchas risas, nació un amor tranquilo, pero lleno de verdad. Un amor que crece cada día.
Cuando estamos juntos, cualquier rincón de
la tierra es cielo
Tu presencia el día de nuestra boda, es el mejor regalo. Sin embargo sabemos que estamos rodeados de gente generosa con ganas de aportar más en el comienzo de esta nueva etapa. Por esta razón les compartimos nuestras sugerencias de regalo.